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Una serie de sencillas recomendaciones para incursionar en o perfeccionar esa admirable afición que es la fotografía de la naturaleza, en este caso, para fotografiar libélulas

La fotografía de la naturaleza es sin duda una de las aficiones más admirables que alguien puede cultivar, aunque también es cierto que una de las más difíciles de perfeccionar, tanto por la sensibilidad necesaria para observar y captar un instante determinado como por la elusividad propia de la naturaleza misma.

Mike Averill, miembro de la Sociedad Británica de Libélulas, comparte en el diario inglés The Guardian una serie de consejos para fotografíar a estos singulares insectos, que por sus características representan uno de los trofeos más buscados de los fotógrafos profesionales y amateurs.

Según Averill, el primer paso es acudir ahí donde las libélulas viven, especialmente cuerpos de agua como lagos y estanques, donde se les encuentra en abundancia sobre todo a mediados de junio.

Una vez ubicado alguno de estos puntos y, de ser posible, la especie en particular que se busca captar, se recomienda evitar la parte del día en que el clima sea caluroso y soleado, ya que es en estas condiciones cuando las libélulas se encuentran más activas. La mañana, nos dice Averill, parece ser el mejor momento para emprender la tarea.

Para acercarse al insecto lo mejor es caminar despacio y en línea recta, pero no con paso firme. La cámara ya debe estar preparada. Si la libélula parece a punto de volar, lo mejor es dar un paso atrás y esperan un poco sin hacer ningún tipo de movimiento brusco. Con una cámara digital es muy posible que baste encontrarse a 1 metro de distancia para capturar al insecto.

Si todo esto sale bien, voilà!: seguramente tendrás una buena fotografía de una no menos sorprendente libélula.

En cuanto a detalles técnicos, Averill recomienda utilizar lentes de zoom para conseguir imágenes detalladas, flash de relleno si la iluminación es poca y una apertura tan amplia como sea posible. La velocidad debe ser al menos del mismo número que el valor del lente (con uno de 100mm, por ejemplo, la velocidad debe ser superior al 100/s). Por último, el autoenfoque puede ayudar a que te concentres únicamente en captar a tu objetivo.

En la imagen que acompaña a esta nota, una Libellula composita macho fotografiada por el usuario ivanq de Flickr.

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[The Guardian]