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Asociaciones contra el maltrato infantil buscan erradicar prácticas de este tipo que se presentan en naciones africanas con la supuesta justificación de formar parte de rituales religiosos; la reciente muerte de un congolés de 15 años ha llamado la atención del mundo entero.

Con 15 años de edad, Kristy Bamu y sus 4 hermanos dejaron a sus padres en París para ir a pasar la Navidad en Londres con su hermana y su novio, sin saber que serían víctimas de un brutal maltrato que terminaría en asesinato.

Magalie Bamu y su novio Eric Bikubi, de origen congolés, fueron declarados culpables de matar a Kristy, quien fue encontrado en el baño del departamento de su hermana mutilado, sin dientes y con severas cortadas en todo el cuerpo, producto de un supuesto exorcismo que duró casi 4 días.

Aunque en un primer momento todos los niños fueron golpeados, se centraron finalmente en el adolescente después de que se orinara en los pantalones y animaron a sus demás hermanos a que participaran en los maltratos.

Durante el proceso, el jurado escuchó horrorizado cómo la víctima fue torturada durante varios días con cuchillos, palos, barras de metal y un martillo, hasta el punto de llevarlo a rogar para que lo matasen.

Según la fiscalía, Magalie y su novio golpearon a Kristy como parte de un ritual de “liberación”, ya que aseguran que había lanzado “hechizos” a otro niño de la familia y es que, poco después de llegar, Bikubi los acusó de llevar la brujería al hogar. Privados de alimentos y agua, los demás hermanos fueron obligados a rezar por su liberación, al mismo tiempo que lo torturaban.

Ante el terror que despertó en la comunidad internacional, Debbie Ariyo directora de Africanos Unidos contra el Abuso de los Niños, declaró que “el maltrato infantil en cualquiera de sus manifestaciones (incluida la basada en creencias religiosas o espiritistas), es un crimen inaceptable que sobrepasa barreras culturales”.

Dicha asociación y la Fundación Victoria Climbie, iniciarán en abril una campaña en las escuelas de Londres para advertir a los niños y adolescentes sobre el abuso que se incita en rituales de brujería y otros de carácter religioso.

Un trabajador con más de 30 años de experiencia en comunidades africanas en Londres, dijo haber presenciado por lo menos 83 casos de maltrato infantil en rituales, tanto al margen de iglesias pentecostés como dentro de ellas; “los pastores son personas muy poderosas y con mucha influencia en la gente, si llegan a acusar o dar la pauta de que una persona practica brujería o está bajo el influjo de algún espíritu maligno, logra que decenas de personas se enfrasquen en su aniquilación cueste lo que cueste”, dijo.

[Guardian]