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Las fotos de las cicatrices más hermosas de los usuarios del Huffington Post, ¿te parecen bonitas estas cicatrices?

El ideal de belleza que se proyecta en los medios de comunicación masiva tiende a construir cuerpos y rostros sin ningún rasgo de imperfección, casi inmaculados conforme a paradigmas que mezclan la salud, la sexualidad y ecos de estética religiosa (representaciones de lo que se considera divino o angelical). La realidad, sin embargo,  generalmente es muy distinta a estas imágenes, y muchas veces aquella belleza modelo, producida, de piel aerográfica, pierde fuerza en comparación con la belleza vibrante de los cuerpos que, más allá de sus imperfecciones, asumen su propia energía, su individualidad, su rareza y cobran la seguridad de no tener que ajustarse a esos mismos paradigmas.

La sociedad generalmente considera que las cicatrices son algo que debemos ocultar --o mostrar solamente si somos villanos, mafiosos o boxeadores que se ganan la vida a través de la intimidación.

Pese a esto, curiosamente las cicatrices también son consideradas sexies, como los tatuajes, bajo el estereotipo del "chico malo", algo que quizás se deba también a que parecen emitir, al descubrirse, un signo de intimidad y abir en la piel desgarrada un posible vínculo emocional. De la misma forma que cuando alguien se abre y comunica sus heridas invisibles, se puede formar un vínculo emocional.

El Huffington Post ha pedido a sus usuarios que envíen fotos de sus "cicatrices más bellas", alterando la noción común que se tiene de estas heridas visibles. 

"Es un poco difícil notarlo en esta foto, pero tengo cicatrices en mis brazos luego de varios intentos de suicidio en la adolescencia. No me da pena mostrar estas cicatrices, porque me recuerdad todo lo que he avanzado desde esos días oscuros, y estoy orgullosa de lo duro que he trabajado".

--Anna Snyder, Moderadora de comentarios, The Huffington Post

"Problema intestinal. Como adolescente my pediatra decía que toos mis síntomas estaban en mi cabeza--así que esta marca es un recuerdo indeleble de que debo escuharme a mí misma".

[Huffington Post]