Apple podría enfrentar pronto un revés jurídico y económico importante a raíz de una demanda interpuesta por la empresa Proview Technology, originaria de Hong Kong, que alega tener los derechos de propiedad del término “iPad” dentro de China.
“Tenemos que admitir que el iPad de Apple es un gran producto y Apple ha creado un gran valor a partir de este, pero esa no es razón para soportar sus prácticas irregulares aquí”, declaró Yang Rongshan, director de Proview Technology en la filial que la empresa tiene en la China continental, específicamente en la provincia sureña de Shenzhen.
La firma californiana lleva arrastrando este pleito desde finales del año pasado, cuando, en diciembre, una corte china le negó la apelación. Ahora el conflicto ha pasado a instancias judiciales más elevadas. Proview Technology, que fabrica pantallas de cristal líquido, entre otras mercancías, registró la palabra en litigio desde 2001 por un pago de 55 mil dólares y al parecer la utiliza en algunos de los objetos que produce. En contraste, la misma empresa pide una compensación de entre 38 millones y 1.6 mil millones de dólares para que Apple tenga el derecho a utilizar el término "iPad" en China.
“Hemos negociado con Apple, pero no le puedo revelar el estado de dichas negociaciones por ser un secreto comercial, pero hasta ahora su actitud ha sido muy ambigua”, añadió Yang.
Sin embargo, la reacción de sus compatriotas parece ser de franca aversión por las medidas iniciadas, un sentimiento que quizá demuestre la profunda penetración que ha tenido en China ese valor añadido e inmaterial con que vienen rodeados los productos Apple, corporación que junto con su fundador, el finado Steve Jobs, son vistos en el país como ejemplo de innovación entre los jóvenes empresarios.
“Entiendo que muchos chinos piensen que nuestra compañía está jugando sucio o tratando de chantajear a Apple, pero estamos haciendo todo completamente al amparo de las leyes y las reglas”, dijo en su defensa el representante de Proview Technology.
Por su parte, Apple se ha negado hasta el momento a emitir una opinión al respecto.
[WSJ]