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Philippe Cousteau, uno de los hijos de Jacques-Yves, nos descubre la desconocida psicodelia cromática de los corales en las aguas del Mar Rojo.

Es costumbre que los documentales sobre la vida marina muestren a los arrecifes de coral en un aspecto que, de no ser por el atractivo propio de estos animales, quizá nos atreveríamos a considerar soso y un tanto inane.

Quizá por esto Philippe Cousteau, uno de los hijos del célebre icono ochentero y noventero de la exploración marítima vista desde la televisión, el francés Jacques-Yves Cousteau, se zambulló en las aguas del Mar Rojo para mostrar una cara prácticamente desconocida de los corales.

Echando sobre los arrecifes luz y azul y viéndolos luego a través de un filtro amarillo, Cousteau nos revela la psicodelia cromática del coral, pigmentación fluorescente sin duda desconocida para algunos o muchos de nosotros.

Y si bien no se conocen todavía las causas de esta florescencia, hay quienes piensan que podría ser una respuesta defensiva a la intensa luz solar que reciben, una especie de pantalla protectora.

 

[Deep Sea News]