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Las investigaciones genómicas revolucionarán pronto la manera en que entendemos la vida, generando nuevas especies al margen de la naturaleza y la evolución, además de impactar notoriamente en procesos sociales como la generación de riqueza.

En años recientes una de las investigaciones biológicas más notorias ha sido el desciframiento del genoma, el código genético que estructura y da forma a la vida. Durante la última década los descubrimientos en este campo han ido superándose unos a otros hasta alcanzar logros insospechados, pues a la secuenciación de genomas completos de organismos más o menos simples como la Drosophila melanogaster, pronto siguió el polémico desciframiento del genoma humano y también algunos otros organismos, con lo cual se alcanzó cierto dominio en el arte de saber leer este que podría considerarse el lenguaje más preciso y también más secreto de la vida.

Pero quien aprende a leer eventualmente sabrá también escribir, y ese fue el paso siguiente: utilizar los conocimientos sobre el genoma para comenzar a escribir la vida. En teoría, conociendo la secuencia completa de un organismo y el listado total de los genes que lo componen, es posible imitar esa escritura y crear artificialmente una réplica viva de dicho ser.

Hasta ahora parece que los únicos intentos exitosos de re-escribir la estructura genética con nuestros propios medios se han dado con organismos elementales, por ejemplo, bacterias sintéticas. Sin embargo, a decir de Juan Enríquez, el ser humano debería prepararse para ver pronto el advenimiento de nuevas especies con modificaciones (acaso no necesariamente mejoras) hechas en un laboratorio, al margen de las leyes de todo proceso natural.

Recordemos que hace poco los investigadores de Synthetic Genomics —la compañía en la que Enríquez y Craig Venter eran socios— consiguieron sustituir el núcleo de una célula con otro de una especie distinta, creando así un nuevo organismo antes inexistente en la naturaleza. Ahí también, con tecnología genómica, produjeron nafta utilizando la fotosíntesis de las algas.

Juan Enríquez es actualmente director de Excel Venture Management y autor del libro As the Future Catches You: How Genomics & Other Forces Are Changing Your Life, Work, Health & Wealth. Recientemente participó en el ciclo de conferencias “Emerging Technologies” auspiciado por Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en donde habló sobre el futuro de las investigaciones genómicas y, sobre todo, las posibles consecuencias que estos descubrimientos tendrán tanto para el mundo como para el ser humano. Según Enriquez, nuestra especie “se está moviendo más allá de las restricciones de la evolución darwiniana” por haber adquirido la habilidad de modificar y manipular tanto nuestro entorno como algunos aspectos de nuestra propia estructura.

Para Enríquez, toda la tecnología que la especie humana tiene a su disposición ha provocado que “lleguemos a un punto en que la evolución está guiada por lo que diseñamos”, “vivimos en un mundo donde modificamos las cosas de acuerdo con nuestros deseos”, marcando el camino evolutivo de virus, plantas, animales e incluso la del ser humano mismo.

Por otro lado, a estos cambios en el seno mismo de la vida se añaden las consecuencias sociales del desarrollo científico. Las normas éticas, por ejemplo, tendrán que replantearse incluso en cuestiones tan aparentemente ancestrales como la procreación: “Solía existir una sola forma de tener un bebé. Ahora hay por lo menos diecisiete. Hemos separado al sexo del tiempo. Ahora puedes tener un bebé en nueve meses o puedes congelar tu esperma o un óvulo fertilizado e implantarlo en 10 o 100 años. Puedes crear un animal de una de sus células. Puedes empezar a alterar células reproductivas. Si juntas todo esto, has cambiado fundamentalmente la manera en que te reproduces y las reglas de la reproducción”, dijo.

Otro cambio relevante en este nuevo escenario se da en la generación de riqueza: “En la Revolución Industrial, tomaba toda una vida construir suficiente industria para doblar la riqueza de una nación. En la Revolución del Conocimiento, puedes construir rápidamente compañías millonarias con una veintena de personas. La consecuencia de esto es que puedes doblar la riqueza de un país muy rápido. En Corea, en 1975, la gente tenía una quinta parte del ingreso de un mexicano, y ahora tienen 5 veces más. Incluso en los lugares más pobres se puede generar riqueza rápido. Esto se ve en Bangalore, India. Y al revés: también te puedes volver irrelevante demasiado pronto”.

[Technology Review]