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La Rusia post comunista es un fascinante país de contrastes en el que lo mismo se puede observar la decadencia industrial de la gran máquina soviética que la suntuosidad de sus construcciones y la nueva riqueza de sus empresarios; el fotógrafo estadounidense Andrew Moore capturó la esencia de este inmenso país viajando por tierras rusas del 2000-2004; este post es presentado por Smirnoff México

Rusia es un país de contrastes y contradicciones en el que conviven la fastuosidad y la decadencia cotidianamente en medio de paisajes y monumentos inmensos. El fotógrafo estadounidense Andrew Moore capturó la Rusia post-soviética de 2000 a 2004 en un libro de imágenes en las que se transmite la idea de una nación en transición, dueña de una gran riqueza.

Existe una visión mítica occidental que ve la Rusia post-comunista como un terreno gigantesco de decadencia y declinación industrial, y aunque evidentemente existe algo de ello, también es notable la suntuosidad antigua y el lujo incipiente de los nuevos millonarios de este país.

Aunque determinadas por la mirada extranjera que romantiza una visión trágica/nostálgica, las imágenes de Moore muestran la belleza de los residuos soviéticos, una estructura fija y poética, antigua y dueña de su propio misterio ante las arenas movedizas del cambio/destrucción.

 

 

 

 

Este post es presentado por Smirnoff México como parte de su difusión de la cultura de la mezcla y de su natal Rusia en Pijama Surf.