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El fin de la historia y la última mujer (INFOGRÁFICO)

Por: Jimena O. - 09/06/2011

Siguiendo los índices de fertilidad de la ONU se puede calcular que la población de muchos países desaparecerá totalmente durante este milenio

La revista británica The Economist reporta que muchas mujeres en Asia se han ido a una especie de "huelga de matrimonio", prefiriendo la vida soltera al yugo marital, lo cual lidera una tendencia global en la caída del promedio de fertilidad. Y aunque en un mundo cuya población crece cada día —y los recursos disminuyen— esto parece ser una buena noticia, estadísticas aplicadas de la ONU indican que en 83 países alrededor del mundo las mujeres no tendrán suficientes hijas para reemplazarlas, a menos de que el índice de fertilidad suba.

En Hong Kong, según los ritmos actuales, un grupo de 1000 mujeres solo tendrá 547 hijas. Esto significa un rango de reproducción de 0.547, lo que supone que estas 547 mujeres serán seguidas a su vez por solo 299 hijas y así sucesivamente.

A este ritmo, según cálculos de The Economist, tomará 25 generaciones para que la población de mujeres de Hong Kong se reduzca de los 3.75 millones actuales a solo una. Ya que el promedio de edad en el que se tiene hijos en Hong Kong es 31.4 años, se puede esperar que la última mujer en dar a luz lo haga en el 2798. Esto será algo después de Macau, su vecino, con un índice de reproducción más alto pero una población mucho menor. Siguiendo esta lógica estadística inexorable, las poblaciones de Alemania, Japón, Italia, Rusia y España no verán el siguiente milenio. A China, una milenaria civilización, solo le quedan 1,500 años si continúa esta tendencia.

Evidentemente esta lógica estadística no considera factores  como la longevidad o el transhumanismo, es posible que la gente deje de tener hijos pero a la vez también deje de morir, y si esto sucede —salvo que paralelamente se encuentre una panacea nanotecnológica alimenticia y energética— será vital que la reproducción se interrumpa. Aunque, por supuesto, en muchos países pobres, si el ritmo de fertilidad se mantiene, la población mundial —cuantitativamente hablando, que no cualitativamente— estará asegurada.

[The Economist]