*

La manifestación ciudadana que ocupa Wall Street ha sido reprimida por la policía y los medios masivos de comunicación; pese a esto, el movimiento cobra fuerza.

Uno de los movimientos de protesta ciudadana más recientes e interesantes en Estados Unidos ha cobrado momentum, pese a que los medios masivos de comunicación han preferido prácticamente ignorar esta importante manifestación que exige rendición de cuentas a los altos ejecutivos de los bancos y a los legisladores que, cooptados por el lobby, determinan la  política económica estadounidense. El movimiento #OccupyWallStreet se ha esparcido a otras ciudades de Estados Unidos y planea iniciar una protesta permanente en Washington en octubre, además de que exhorta a ciudadanos de otros países a manifestarse contra el aparato económico hegemónico que cada vez  divide mása las clases sociales.

Desde el inicio de la protesta, la policía acordonó las afueras del mercado bursátil de Nueva York protegiendo la inmediaciones de este templo del capital, orillando a los manifestantes a una calle de distancia, donde han plantado su campamento. Durante esta semana se han suscitado al menos 12 arrestos, incluyendo una persona cuyo estado de salud, de acuerdo con el sitio oficial de las protestas, es grave, luego de confrontamientos contra la policía. Hoy también ha circulado un video que muestra un suceso de violencia policial en el que algunas mujeres fueron reprimidas con gas lacrimógeno.

Este suceso ha encendido la mecha en las redes sociales manifestando la indignación del pueblo y recibiendo el apoyo del colectivo de hacktivistas revolucionarios Anonymous, quienes se suman a Adbusters, líderes en un principio de este movimiento que intenta desplegarse rizomáticamente.

Los activistas acusan al alcalde Bloomberg de emplear tácticas policiales absurdas —como arrestar a sujetos por usar máscaras o pintar con gises la acera aplicando una ley que tiene 150 años de antigüedad— y de cabildear un cerco mediático a estas protestas.

Yahoo aceptó haber bloquedao correos electrónicos con el título de «Occupy Wall Street», aunque dijo que esto fue involuntario.

El documentalista Michael Moore, autor de Capitalism: a Love Story, denuncia que existe una evidente censura de los medios en torno a estas protestas, asegurando que si se tratara de protestas del Tea Party, estas figurarían en la primera plana de todos los medios y en las noticias de  la noche de las grandes cadenas. Moore llamó a los ciudadanos a unirse a las protestas de manera local afuera de sus bancos más cercanos y a recordar que Wall Street ha convertido la democracia en una cleptocracia (blindada). El documentalista habló también de que se siente en Estados Unidos un ambiente de rebelión que podría prender a lo largo del país y ser el inicio de algo histórico.

Los testimonios de las personas que están participando en la ocupación de Wall Street son altamente positivos: algunos cuentan que al interior de la manifestación se está compartiendo alimento, bebidas, vestimentas y montando en general una zona autónoma, fuera de la sociedad de consumo y la usura, en alto contraste con lo que representa Wall Street y la mafia que lo controla.

Esperemos que esta protesta crezca exponencialmente, especialmente porque tiene la gran virtud de ir dirigida justamente contra aquellos que explotan despiadadamente a la sociedad y al planeta en aras de mantener un estilo de vida que atenta contra los principios de armonía y fraternidad humana.