*

Científicos de MIT trabajan en un antiviral que teóricamente es capaz de matar a cualquier virus

La mítica búsqueda de la panacea podría tener un nuevo episodio de encuentro cercano en el Lincoln Laboratory de la Universidad Tecnológica de Massachusets (MIT).

Si bien la mayoría de las enfermedades bacteriales pueden ser tratadas con la penincilina (lo más cercano al remedio universal que ha hallado la ciencia occidental), las infecciones virales siguen siendo elusivas para la farmacopea moderna.

Sin embargo, un nuevo fármaco en desarrollo es capaz de identificar las células que han sido infectadas por cualquier tipo de virus y matar esas células para acabar con la infección.

El fármaco actúa sobre un tipo de ARN producido solo por células que han sido infectadas por un virus. “En teoría debería de funcionar contra todos los virus”, dice Todd Rider del Lincloln Labroratory y del grupo Nanoscales Technologies, responsable de este invento.

Para su agente terapéutico antiviral Rider se inspiró en los sistemas de defensa de las células vivas. Cuando las células son infectadas por un virus, proteínas se adhieren al dsARN detonando una cascada de reacciones que previenen que un virus se autorreplique. Sin embargo, algunos virus son más listos y logran bloquear ese sistema impidiendo que se detonen las reacciones de defensa.

La idea de Rider fue combinar una proteína que se alía con el dsRNA con otra proteína que induce a las células a que implementen una apoptosis (suicidio celular programado) —el cual se detona, por ejemplo, cuando una célula determina que está en ruta de volverse cancerígena. Así que cuando una parte de DRACO se une al dsARN señala a la otra parte que inicie un suicidio celular.

Pruebas en ratones demuestran que DRACO no es tóxico. Se espera iniciar pronto pruebas clínicas en humanos.

[MIT]