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Sueños de agua: jóvenes arquitectos planean regresar ríos a la Ciudad de México

Por: Jimena O. - 07/28/2011

Los arquitectos Elías Cattan, Lucie Nguyen y el biólogo Delfín Montañana proponen una cirugía urbana que busca rehabilitar el Río Piedad para transformar la Ciudad de México y revivir su antiguo esplendor natural.

El Valle de México detrás de la mancha urbana, el caos de la sobrepoblación y la mala planeación esconde un pasado glorioso: "La Región Más Transparente", el poético surtidor del origen mítico de los mexicas, un lugar lleno de maravillas naturales caracterizado por sus canales de agua. Hoy en día esos flujos han sido reemplazados por el tráfico incesante (y donde volaban los águilas solo vemos abigarrados espectaculares de publicidad). Pero el esplendor pasado —o al menos un destello reformista de volver a dar vida— perdura en la mente de un par de arquitectos y un biólogo.

Los arquitectos Elías Cattan y Lucie Nguyen y el biólogo Delfín Montañana imaginan rescatar el Río Piedad, un cuerpo de agua que para la mayoría de los ojos citadinos es simplemente un canal de basura y heces fecales pavimentado desde 1952 que corre a lo largo del Viaducto Miguel Alemán (la vía arterial que se convierte en río cada vez que cae una fuerte tormenta en la Ciudad de México).

Ganar de vuelta este río no solo reformaría estéticamente la ciudad y la dotaría posiblemente de áreas verdes, sería también un acto simbólico de renacimiento de entre las fauces fecales y decadentes en las que se encuentra buena parte de esta urbe.

Cattan planea, según una entrevista con el NY Times, una "infraestructura transformacional", detonada por la rehabilitación del Río Piedad, hasta activar antiguas glorias prehispánicas. La propuesta incluye restaurar por lo menos tres ríos y reemplazar algunas vías centrales con un anillo de agua y parques.

Aunque esta idea de "cirugía urbana" parece ser muy buena, como suele suceder con los grandes sueños de los jóvenes se ve obstaculizada por los recursos limitados y las viejas prácticas burocráticas.

“Nuestro plan es desentubar el Río de la Piedad, el cual está oculto desde 1952 y solo arrastra aguas negras. Queremos crear un circuito de agua con parques lineales que hagan atractivo al Viaducto y que, además, generen un microclima templado en una extensión de casi 14 kilómetros, en vista de que el río  cruza por cinco delegaciones, de Poniente a Oriente.

“Estamos hablando de impulsar una transformación urbana que también ayudaría a revivir los ríos Consulado y Churubusco, y de esta forma impulsar corredores biológicos en la zona urbana. Los tres cuerpos de agua poseen caudales moderados y no representa ningún riesgo que corran a cielo abierto, pero limpios, y para ello habría que trabajar desde el nacimiento de los mismos para evitar que las descargas domiciliarias sigan contaminándolos”, expuso Elías Cattan, uno de los arquitectos promotores de la iniciativa.

No sabemos bien qué tan factible es que esto suceda —el proyecto costaría entre 12 mil millones y 15 mil millones de pesos— pero reconocemos a Cattan cierta prosapia utopista al citar al gran Buckminister Fuller, diciendo "Vuelve obsoleto aquello que quieras cambiar ". ¿Ha llegado a la obsolescencia esta ciudad? Una ciudad de la que todos somos no solo pasajeros, sino tripulación (parafraseando de nuevo a Bucky Fuller, quien dijera que todos somos tripulación en la nave Tierra.)

“El proceso sería desentubar este río, encofrarlo, separar drenajes, poner una serie de plantas de tratamiento de agua descentralizadas y proyectar una línea del Metrobús por Viaducto. Esta vialidad es el punto de inflexión perfecto para modificar la movilidad, tal y como lo han hecho otras ciudades del mundo como Madrid y Seúl”, explicó Montañana.

"Sólo quiero un río. Un río real", dice Cattan al New York Times, con un dejo onírico infantil.

[NYT y Taller13]