Miles de personas se congregaron en Polonia este pasado 21 de junio para celebrar la fiesta pagana de Kupala, la versión eslava del solsticio que fusiona también la noche de San Juan. Este año los organizadores tuvieron la idea de llenar el cielo con lámparas chinas, simulando una noche estrellada con candelas de producción humana, creando un arrobador espectáculo. Las lámparas voladoras se elevan como medusa luminosas flotando en el azur y deleitando a los participantes de esta antigua fiesta que originalmente celebraba el solsticio de verano con un rito de fertilidad.
Según James Frazer, autor de La Rama Dorada, esta festividad pagana fue adoptada por la iglesia ortodoxa, mezclando la celebración del nacimiento de San Juan El Bautista, cuyo onomástico, al igual que el de Cristo, fue ligado al solsticio.
Se calcula que más de 8 mil lámparas fueron lanzadas al cielo en la noche más corta del año en la ciudad de Poznan, en el centro de Polonia. Para el año que entra se buscará romper el récord Guinness de más lámparas chinas en el cielo.