¿Qué hubiese pasado si Leonora Carrington hubiese viajado al entonces Leningrado para participar en un threesome con un artista medieval, tal vez masón, y con un joven estudiante de arte pop? Probablemente de ese encuentro habría surgido Indrikov, cuya obra muestra alusiones a la corriente surrealista pero a la vez revela una influencia, tal vez inconsciente, de la iconografía heráldica, e inclusive remite afiladamente a la melancolía propia de los grandes grabadistas japoneses (la cual por cierto se mantiene como algo inalcanzable).
La extravagante fusión de estilos impresos en la obra de Indrikovque resulta en un desfile de realismo fantástico, por el cual transitan seres revestidos con elegantes posturas corporales e insinuantes patrones: arlequines geométricos, anuales occidentalizados, señoras ataviadas con etéreos vestidos de noche, y otras entidades que demuestran siempre un dejo de parca sensualidad:
Call
Exchange
Rape of Europa
Unicorn dream