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El fotógrafo Michael Brandt toma fotos de lagos y luego las llena de agua de lago para crear una serie de efectos fantasmagóricos con una alta sensibilidad estética

El agua de un lago sobre la imagen de ese lago, en un paradójico juego químico de alteración visual, produce fascinantes imágenes, crea fantasmas, otorga una antiguedad metafísica. El arte del splash, de la burbujas, de las medusas, del derrame tóxico.

El fotógrafo Matheww Brandt ya antes había utilizado líquidos en su trabajo (líquidos corporales), pero ahora con esta fácil y genial idea logra sublimes imágenes que a veces evocan paisajes exoplanetarios, desastres ambientales que del caos conforman un elegante discurso estético.

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