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Culto estético al sol: 1er aniversario del Observatorio de Dinámicas Solares

Por: Luis Alberto Hara - 04/22/2011

El Observatorio de Dinámicas Solares de la NASA ha registrado a este astro con inédito detalle y esta semana cumple su primer aniversario; para agradecerle sus labores de observación preparamos una galería fotográfica que termina por convertirse en una hipnótica travesía a las entrañas de nuestro pilar galáctico.

Monitoreando con una notable sensibilidad tecnológica el reciente comportamiento del sol, el Observatorio de Dinámicas Solares (Solar Dynamics Observatory) de la NASA ha tenido oportunidad de documentar durante el último año la arquetípica transicion de este astro, de un periodo pasivo hacia el comienzo de un nuevo y activo ciclo -aludiendo al ritmo pendular que refleja la naturaleza dinámica de nuestro universo-. Y así se revela ante nosotros un vívido desfile compuesto por hiperestéticos loops de plasma, rediseños de su campo magnético, danzantes manchas sobre su superficie (a los que paradójicamente podríamos llamar lunares) y enérgicas explosiones agrupadas en torno a un fenómeno pop-apocalíptico conocido como tormentas solares.


El SDO es el único observatorio, actualmente en función, que puede registrar el disco solar completo a alta resolución. Capta imágenes casa 1.25 segundos y está diseñado para registrar la tmósfera del sol, su radiación ultravioleta, y sus campos magnéticos incluso durante las más radicales transiciones de este astro. "Este magnifico observatorio esta excediendo toda expectativa. Las imágenes del sol son espectaculares y el valor científico de esta información es inmenso" afirma Elizabeth Critin, ex coordinadora del proyecto SDO. Por su lado,

Pero más allá de las especulaciones gestadas en torno a estos espectaculares gestos del astro rey, tal vez la postura más sana que nos queda por adoptar es agradecer la titánica estética que empapa este proceso y que gracias al SDO hoy podemos apreciar, en una experiencia de verdadero goce cósmico que, si estamos a la altura, seguramente podríamos utilizar como un catalizador (una especie de epifánica musa), para desdoblar fluidamente nuestra conciencia cual lúcido papalote a través del sistema solar y, por que no, incluso surfear sus propios límites y explayarnos en deliciosa vacuidad.