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Paraíso congelado: fascinantes imágenes de la Antártida

Por: Jimena O. - 03/15/2011

Paisajes sublimes de hielo y paraísos cyan para contrarrestar un los frenéticos tiempos que nos tocó compartir; recordemos que la estética natural conduce a la divinidad

Sí es verdad que el camino de los excesos conduce al palacio de la sabiduría, también lo es el que el sendero de la estética natural deriva, inevitablemente, en una comunión con la divinidad. Por eso al contemplar los gélidos paraísos que la Antartida nos convida, no solo nos envolvemos en un proceso sublime que tributa la belleza del universo, sino que de manera simultánea ejercitamos nuestro espíritu y nos exponemos, explícitamente, a los brazos de desarrollo místico.

En la Atlántida la conciencia visual retoña como tal vez en ningún otro escenario natural de nuestro planeta. Mantos de auroras boreales, abanicos cromáticos poco usuales, horizontes que se funde infinitamente con las bajas temperaturas, todos ellos son algunos de los obsequios que esta tierra mágica tiene para aquel afortunado aventurero que alcanza estas distantes latitudes.

 

Un iceberg se desprende la costa de la Antártida el primero de enero de 2010 como parte de un ritual natural de buen augurio.

 

 

 

El Memorial Koru en la Base Scott dedicado por el gobierno de Nueva Zelanda a las víctimas de un accidente aéreo ocurrido en 1979.

 

El Glaciar Matusevich viaja en dirección a la Costa Este de la Antártida.

 

 

 

Nubes estratosféricas polares sobre una base de la NASA.

 

 

Foca leopardo se alimenta de un pinguino.
 

 

 

Un enorme iceberg se desprende la la Costa Knox en el territorio australiano de la Antártida.

 

 

 

 

Una exposición de 20 minutos devela el axis celestial sureño arriba de la estación Amudsen-Scott.

 

 

 

Una serie de valles paralelos entre el Mar Ross y la placa de hielo al este de la Antártida.

 

 

 

Al interior de una cueva de hielo cerca de la Isla Ross.

 

 

 

Un miembro del equipo Long Term Ecological Research (LTER) arroja agua caliente para ver como se cristaliza instantáneamente.

 

 

 

Figuras formadas en un valle tras una tomenta de nieve.

 

 

 

 

La Isla Inexpresable iluminada por un rayo de luz solar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Imagen captada por un radar que penetró las Gamburtsev.

 

 

 

 

Formaciones de arena en el Valle Wright.

 

Un busto del Capitán Luis Pardo.

 

Fuertes vientos que provienen del oceáno azotan la Isla del Elefante.