Científicos de la Universidad de Northwestern han desarrollado un brazo prostético que interpreta las señales del cerebro y permite a una persona controlarlo con su mente. Esta nueva protesis high-tech está siendo probada por Jesse Sullivan, quien perdió un brazo hace 8 años y es la primera protesis de este tipo que no funciona con un motor.
Quizás lo más interesante de esta protesis es que sirve también como un aparato de biofeedback o biorretroalimentación. Generalmente las personas que tienen una extremidad amputada pierden control de sus nervios, pero en el caso de Sullivan sus señales cerebrales cada vez se están volviendo más fuertes.