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¿Está prohibido hablar sobre el supuesto alcoholismo del presidente Felipe Calderón?

Política

Por: Luis Alberto Hara - 02/08/2011

Más allá de que Calderón sea alcohólico o no, queda claro que México tiene un grave problema de libertad de expresión ante el despido de Carmen Aristegui por hablar de un tema inefable para el aparato mediático que protege sus inetereses protegiendo al gobierno ¿Ha sido sacrificada la única voz sobria dentro de los medios ebrios de simulación?

El reciente despido de la periodista Carmen Aristegui de la cadena MVS simplemente por mencionar el tema del supuesto alcoholismo del presidente de México Felipe Calderón y negarse a disculparse en público es una muestra contundente del control mediático que ejerce el gobierno mexicano en colusión con la corporatocracia.

El despido  de Aristegui ocurrió después de que la periodista hiciera alusión a la manta que presentaron diputados del Partido del Trabajo en el Congreso, con la leyenda: "¿Tú dejarías conducir a un borracho tu auto? ¿No, verdad? ¿Y porqué lo dejas conducir el país?” Aristegui  dijo "¿Tiene o no Felipe Calderón problemas de alcoholismo? Esto merece, insisto, una respuesta seria, formal y oficial de la propia Presidencia de la República".

Según  MVS  en su código de ética rechazan la presentación de "rumores" como "noticias"; Aristegui claramente mencionó que el supuesto alcoholismo de Calderón era un rumor, y, con la sobriedad que la caracteriza, mencionó que era un tema que se debía discutir, en ningún momento asumiendo que fuera verdad. ¿Acaso el código de ética de MVS no debería de volverse a redactar diciendo que simplemente hay temas de los cuales está prohibido hablar? ¿Existe un conflicto de interés ante una posible nueva concesión en el espacio radioeléctrico a MVS por parte del gobierno? O ¿simplemente el tema del alcoholismo de Calderón es sumamente sensible, un tabú mediático, tal vez porque la gente del medio sabe que el rumor es verdad o porque la misma presidencia ha dado línea sobre el tema? ¿Existe libertad de expresión en un país donde la periodista más respetada y comprometida no puede hablar de lo que millones de mexicanos hablan en las redes sociales y de lo que sucede a todas luces en el congreso con la manta del PT ? ¿Acaso en los códigos de ética de los medios no dicen que buscan reflejar la realidad y darle voz a la gente?  ¿Ha sido sacrificada la única voz sobria dentro de los medios ebrios de simulación?

El modo en el que informan los medios de comunicación ha llevado a la realidad a ser substituida por un simulacro, una producción hiperreal que refleja solamente una versión conveniente y manipulada de lo que sucede en el país, una especie de escudo virtual que protege los intereses de medios como Televisa o de la clase política y transmite al pueblo una farsa que después de cierto tiempo, pese al abismo educativo y los trucos de la propaganda, ya nadie cree, por lo cual se genera una especie de limbo entre lo que se proyecta en los medios y lo que se vive fuera de ellos. Por eso cuando alguien del mainstream se sale de este script, apenas asomándose de la matriz de producción de realidad simulada, es inmediatamente bloqueado del sistema.

Sobre el rumor del alcoholismo de Felipe Calderón hay que decir que aunque no existen pruebas para sustenarlo, es un rumor muy difundido particularmente entre los periodistas que cubren la presidencia y entre algunos políticos:

"Son también varias las anécdotas que circulan en mi gremio, provenientes de quienes cubren la fuente presidencial, sobre los inconvenientes que esta situación -la presunta ingesta de alcohol a deshoras- está provocando en la logística de Presidencia de la República en términos de protocolo", escribe la periodista Eileen Truax en su blog. Federico Arreola también ha dado voz a estos rumores.

Calderón aceptó ser un bebedor social con el payaso-periodista Brozo en esta entrevista. En este video y en este otro se muestra a Calderón supuestamente borracho; es difícil confirmar que esto sea así, es necesario ser un perito para constatarlo. De cualquier forma, y, más allá de la gravedad que esto supone de ser cierto, lo que a la mayoría le resulta evidente, y es por lo cual se generan tan fácilmente estos rumores, es que Calderón conduce al país obstinadamente, imponiendo una voluntada que parece estar fuera de la realidad, de forma similar a la de una persona que en estado de ebriedad porfía una iniciativa que está condenada a fracasar y que para las personas "sobrias" a su alrededor es rídicula.  Aunque quizás más que una borrachera, el rostro picaresco de Calderón refleja la faz taimada de quien ha hecho tratos oscuros con las corporaciones y las mafias de la elite y finge estar librando una guerra sustentada en una serie de principios morales. Es decir, el dejo de la hipocresía.

Quizás la mejor radiografía de lo que México piensa de su presidente nos la da Google Instant: