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Químico teme que su trabajo desarrollando psicodélicos sea usado para crear drogas legales

Por: Jimena O. - 01/06/2011

Las sustancias psicodélicas con las que ha trabajado David Nichols han sido usadas como drogas legales con efectos mortales, por lo cual este químico manfiesta que se ve perseguido por los fantasmas de su trabajo

El químico de la Universidad de Purdue, David Nichols, ha dedicado buena parte de su vida a estudiar y sintetizar sustancias psicodélicas con el fin de mejorar el bienestar general de la humanidad, sin embargo, según el mismo doctor manifiesta, en muchos casos su trabajo ha sido hackeado en detrimento de la sociedad. David Nichols escribió un artículo en la revista Nature en que lamenta cómo su trabajo ha sido usado para la fabricación de al menos 5 drogas legales que han llegado a las calles sin haber sido probadas en humanos.

Nichols descubrió esto el año pasado cuando un colega le envió este artículo sobre drogas legales, sustancias que imitan a las drogas ilegales variando en lo mínimo molecularmente para que se mantengan legales. El artículo mencionaba a Nichols como especialmente valioso para ciertos entrepreneurs de este incipiente mercado millonario que investigan publicaciones científicas para encontrar sustancias psicoactivas que puedan explotar comercialmente.

Parte de las preocupaciones de Nichols provienen de su trabajo investigando las posibilidades que tiene el éxtasis (MDMA) como ayuda psicoterapeútica. Nichols trabajó en un compuesto químico, el MTA, similar al MDMA, que bloquea una enzima la cual descompone la serotonina en el cerebro y publicó un artículo en los 90. Poco después esta sustancia fue sintetizada como una droga recreativa y vendida en forma de tableta bajo el nombre  de calle "flatliners" (alusión al estado  que se sumerge en la muerte). En el 2002 se tenían 6 muertes reportadas ya por esta sustancia. Nichols advierte que su trabajo ha sido probado sólo en ratas y no está pensado para el consumo humano.

El diario The Guardian calcula que la industria de drogas legales representa por lo menos 10 milones de libras esterlinas al año y es especialmente escurrdiza ya que en muchos casos alterar apenas una mólecula permite que una sustancia sea legal, al menos por un tiempo. Tal fue el caso del más reciente boom de sustancias legales, la mefedrona, llamada con el coqueto nombre de meow meow, una anfetamina similar en sus efectos al éxtasis que fue prohibida en la Unión Europea apenas hace un mes.

En otro lado del espectro químico, más cerca de la alquimia y rozando siempre con la ilegalidad, esta el químico Alexander Shulgin, creador de decenas de drogas de diseño, análogas al MDMA y la mezcalina, mezclas a veces de enteógenos, padre del 2CB y sus primos como el 2C-T7 (7th-Heaven), el 2C-E ("el maestro"), el 2C-I y varios más de estas Feniletilaminas, algunas de las cuales diseñadas expresamente para ser legales burlando la ley. Shulgin, quien también ha experimentado con la poderosa familia real de las Triptaminas, a diferencia de Nichols, experimenta con esas sustancias él mismo y con voluntarios antes de hacerlas accesibles al público. Shulgin dice que su intención desarrollando psicodélicos es crear herramientas para estudiar la mente, no necesarimente el cerebro, y ayudar al conocimiento de esta dimensión humana.

Vía The Guardian