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El sol azul en el cielo del planeta rojo es un poético regalo navideño de la NASA, la caída del sol en un horizonte onírico cuando el año se diluye.


Con todo y música navideña, ambient cintilante en el paisaje gélido de Marte, la caída del sol azul onírico es una invitación a reflexionar en el año que se va y en el proceso de transmutación que prepara al que viene. Este atardecer ultraterrestre fue recreado usando imágenes de la Pancam de NASA, en la misión Opportunity de su explorador Rover. Irónicamente son las partículas de polvo rojo en la atmósfera lo que le dan un tono azulado al sol.

El sol azul impreso en la mente como sello de la expansión, de la elevación de la consciencia, nos recuerda al planeta de dos soles en la película de Tarkovsky, Solaris, uno de ellos azul, y cuyo ambiente tiene poderosos efectos en la psique.

O el poema del Cántaro Roto de Octavio Paz:

Soles azules, verdes remolinos, picos de luz que abren astros como granadas...