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Estudio de la Universidad de Oxford afirma que los perros son más inteligentes que los gatos porque han tenido una evolución acelerada de sus estructuras cerebrales

Aparentemente el mejor amigo del hombre ha superado ya en inteligencia a su tradicional rival, el gato doméstico, gracias a una evolución acelerada en el desarrollo de su cerebro. Pero lo más interesante es que esta ventaja se ha debido en buena medida a que los perros son más sociables y más cariñosos que su contraparte felina. De esta manera, el estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oxford desmitifica la versión popular de que los gatos superan en inteligencia a los perros.

Por primera vez en la historia científicos se abocaron a trazar la historia evolutiva de distintos mamíferos a lo largo de 60 millones de años e hicieron énfasis en los cambios que se reflejan en la complejidad estructural y el tamaño de sus cerebros. Entre los múltiples descubrimientos obtenidos, consiguieron identificar una relación directa entre el tamaño del cerebro de un animal, en relación al resto de su cuerpo, con su nivel de socialización. Entre los animales que demuestran un mayor crecimiento del cerebro se encuentras los simios, los caballos, los delfines, los camellos y los perros. También confirmaron que los mamíferos con cerebros más grandes tienden a vivir en grupos socialmente estables, mientras que los cerebros de animales solitarios como el gato o el rinoceronte muestran un crecimiento mucho menor del cerebro a lo largo de los siglos.

Una de las conclusiones obtenidas a través de la observación de estos patrones es que los animales más sociales tienen mayores exigencias "intelectuales" ya que la interacción armónica implica una perspectiva de la realidad más sofisticada. "Los perros siempre han sido considerados como los animales más sociales mientras que los gatos prefieren hacer su vida por separado. Pero al parecer la interacción social es buena para su cerebro y hasta cierto punto la premisa se extiende a otras especies, como nosotros los humanos", afirma la Dra. Susanne Shultz, quien encabezó el estudio.

via Telegraph