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‘El Ponchis’, el niño sicario de 12 años que presume sus asesinatos

Política

Por: Jimena O. - 11/14/2010

El Ponchis es el encargado de ejecutar a los adversarios del cártel de Pacífico Sur en Morelos; se regodea de sus crímenes subiendo videos a Internet

En el estupor de la narcocultura surge un nuevo protagonista, "El Ponchis", un niño encargado de ultimar a los adversarios del cártel del Pacífico Sur, que, además, gusta de subir sus videos "snuff" a internet jactándose de lo que gana por ejecutar a sus víctimas. El Ponchis se ha convertido en una infame celebridad en todo el mundo, mientras los medios buscan el "color" de estas sanguinarias historias: el diario News de Australia, el Daily Mail de Inglaterra, El Tiempo de Colombia, La Nación de Argentina, son algunos de los medios que reportan sobre este precoz sicario.

Al parecer el Ponchis (o Pochis) opera en Morelos, en el municipio de Jiutepec bajo el comando del capo Héctor Beltrán Leyva y de Julio de Jesús Radilla Hernández o Julio Jesús Padilla Hernández, el lídere de este cártel, ahora alíado con los zetas, en Morelos. Según los militares que investigan este caso, El Ponchis ha sido identificado como el ejecutor de sus adversarios a quienes degüella, tortura, asesina y después arroja a carreteras o lotes baldíos. Este joven trabaja con un grupo de mujeres, incluyendo sus hermanas, Las Chavelas, que estarían encargadas de conducir las camionetas con los cadáveres.

En un video en Internet El Ponchis dice que gana "3.000 dólares por cabeza. Y cuando no damos con las personas, matamos a gente inocente para que nos paguen. No importa si son albañiles, taxistas... Los hacemos pasar por sicarios o 'mañosos'".

El caso del Ponchis recuerda a Poderosinho, el niño narco brasileño que con sólo 10 años parece controlar una operación criminal en las favelas de Sao Paulo. Ambos casos tocan fibras escalofriantes en el sentido de que la inocencia pueder ser canjeada por la crueldad con enorme facilidad,  ya que está más cerca de la tabula rasa y es más fácil de programar.

Vía La Vanguardia

Imagen vía El Tiempo