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Tim Berners Lee, quien desarrollara el protocolo de la World Wide Web, critica a países supuestamente democráticos por sus leyes anti piratería y hace un llamado a favor de la neutralidad en la red.

En un artículo publicado en la revista Scientific America, el creador del protocolo de la red (world wide web), Tim Berners Lee criticó las leyes anti piratería de varias naciones y abogó para mantener la neutralidad de la red. Berners Lee, quien se conectó por primera vez a la red mundial en una computadora en su oficina  en Ginebra en diciembre de 1990, señala que lo que ha hecho que el internet evolucione de manera tan hermosa es que está basado en principios de equidad -pero ahora está amenazado por los gobiernos, totalitarios y no totalitarios, que vigilan a sus ciudadanos a través de la red o por las corporaciones que buscan dividir y hacer exclusivo el contenido dentro de la red.

En el artículo titulado Larga Vida a la Web: una llamada por la neutralidad y la continuación de los estándares abiertos, Berners-Lee compara la violación de derechos humanos en China y otros países con el recorte de derechos en la red que están sufriendo ciudadanos de democracias como Francia, Reino Unido y Estados Unidos. "Los gobiernos totalitarios no son los únicos que violan los derechos en la Red de sus ciudadanos", recuerda el científico. "En Francia una ley creada en 2009, la llamada Hadopi, permite al Gobierno desconectar de Internet a un hogar durante un año si algún miembro de la casa es acusado por una empresa de haber cogido música o vídeo".

Berners Lee también enfatiza como las leyes contra la piratería son usadas de forma violatoria de los derechos humanos "En septiembre, el senado de Estados Unidos", recuerda el inventor de la Web, "se aprobó la Combating Online Infringement and Counterfeits Act, que autoriza al gobierno a crear una lista negra de webs, con sede social en Estados Unidos o no, por haber sido acusadas de infringir los derechos decopyright. En todos esos casos, no se protege a la ciudadanos antes de que sean desconectados o sus páginas bloqueadas".

Y acaba: "Dadas las diferentes maneras en que la Web es hoy crucial en nuestra vidas y en nuestro trabajo, la desconexión es una forma de privación de nuestra libertad. Volviendo a la Carta Magna, quizás deberíamos ahora afirmar: "Ninguna persona ni organización debe ser privada de conectarse a otros sin un proceso legal y sin la presunción de inocencia".