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La dieta es uno de los frentes de batalla más importantes en la lucha por salvar a nuestro maltrecho planeta; comiendo menos carne le ayudarás a sonreír nuevamente

Los efectos positivos de una dieta vegetariana, o al menos de la reducción en el consumo de carne dentro de la ingesta personal, han sido confirmados una vez más por otro estudio. El incremento en la población mundial, así como en el consumo per cápita de carne implicado, obligarán a la humanidad a reducir su presencia en la alimentación diaria entre un 19 y un 42 por ciento para el año 2050, esto solo para mantener el estado actual de las condiciones ambientales (que, por cierto, tampoco es que sean muy encomiables) .

El reporte Forecasting potential global environmental costs of livestock production 2000-2050 expone resultados frente a los cuales debieran adoptarse medidas urgentes para considerar la dieta de las sociedades contemporáneas como un importante frente de combate contra el deterioro ambiental.

Explicado en términos muy simples, mayor consumo de carne equivale a más emisiones de gases contaminantes, especialmente el nitrógeno, y más tierra utilizada para crecer y alimentar animales en lugar de cultivar alimento directo para las personas.

Como ejemplo del aumento en el consumo de carne, de 1970 a 2009 el estadounidense promedio come 8 kilos más de carne, una tendencia que en la mayoría de países europeos arroja cifras similares y que a la vez se replica en países en proceso de industrialización. Asimismo, para dimensionar las benéficas repercusiones de sustituir este alimento por granos, vegetales, pastas y otros derivados afiens, algunos estudios han calculado que si la humanidad redujera el consumo de carne a los niveles de mediados del siglo XX, las emisiones totales de gases tóxicos caerían también en casi un 70%.

Nota cortesía de Ecoosfera