El camino de la verdad (hacia la nada) sin duda implica un entenidmiento desbordado, e incluso sensual, de la estética. Y tal vez pocos artistas han entendido mejor esta premisa que el genial Matthew Barney, ex jugador de futbol americano y actual esposo de Bjork, quien desde una plataforma de sincretismo masónico explora los límites del universo estético en su ciclo de cinco piezas Cremaster.
La tercera versión de la consola de videojuegos Playstation, en un franco acto de bizarria pop culture, decidió tributar la lúcida obra de Barney, por medio de su nuevo juego Little Big Planet. La quimérica protagonista de este videojuego va interactuando con diversos símbolos masónicos mientras va escalando niveles (seguramente como analogía del refinamiento de la conciencia) y enfrentado diversos retos que podrían apartarla de la consumación de "la obra".