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El colectivo audiovisual Psicogram presenta un ensayo de ciencia ficción poética en la que una inteligencia cósmica utiliza la naturaleza para comunicarse con el ente que percibe la realidad.

Una inteligencia cósmica intenta comunicarse contigo y utiliza el mundo entero como plataforma de transmisión. Cada objeto y cada movimiento, cada palabra, cada arreglo en las pierdas, en las hojas, en las nubes, en la luz es un mensaje. La naturaleza más que materia es lenguaje, información que se desdobla como física. Un código, que siendo parte de su matriz de producción semántica el hombre no logra descifrar, sólo recibe fragmentos, señales que destellan miríficas, azules radiaciones del alma en la pantalla. Y, surge la pregunta, ¿qué se anuncia? ¿qué casi dice el universo con tal fuerza que todo lo aclara e ilumina, pero que no se dice?

Psicogram investiga esta invasión cósmica de Logos y sincronías, de mensajes subliminales en la naturaleza, el lenguaje arcano de eones en la encrucijada electrónica. El mundo es una ilusión, dice la filosofía oriental; el demiurgo, el diseñador de esta ilusión es un trickster, le gusta jugar con la realidad, copular con tu mente. Su programa de diseño incluye el cielo. Ahí aparecen las grandes ilusiones, sus emisarios intergalácticos, pinceles fotones de píxeles, aterrizan sobre la atmósfera, centinelas que ocultan su misión bajo el disfraz de una nube.

¿Pero son espías las nubes? ¿O son amables elefantes blancos o ballenas de algodón que emanan dulces vibraciones para los que logran surfear el éter de su imaginación? ¿Son invasores de razas extraterrestres que se entreveran con la realidad virtual para que podamos, en la hiperestesia, despertar? Psicanzuelo postula la hipótesis de que las nubes están aquí para ayudar en tiempos difíciles, naves interdimensionales que acampan de esta forma discreta.

Más allá de estas elucubraciones en un discurso de ciencia ficción, la comunicación existe, nube-hombre o nave-hombre, la diferencia es apenas de unas letras. Fonogram con su ambient onírico crea el flujo por donde las nubes podrán transformarse. Las nubes son finalmente signos mentales: psicogramas.