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'Dickheads' se reúnen para celebrar el primer festival en honor a uno de los más grandes escritores de ciencia ficción de la historia.

Pocos escritores tan peculiares y subrepticiamente influyentes en nuestra cultura, Phillip K. Dick es el gran vidente de las distopias que se adivinan en el horizonte, distopias de alta bizarria que pueden ser redimidas por el verdadero contacto humano en un mundo enajenado por la tecnología. Este escritor de ciencia ficción cuyos textos se han convertido en films como "Blade Runner" o "Total Recall", por decir algunos, tiene ya su primer festival conmemorativo. Los fanáticos más porfiados, los verdaderos "dickheads", peregrinaron a las montañas de Colorado, la sede de la novela The Man in the High Castle, a compartir un fin de semana de parafernalia dickiana: lecturas, discusiones, música (una banda que tiene el single "Palmer Eldritch", como el personaje de K. Dick) túneles de realidad, etc. Los escritores David Gill y Erik Davis manjearon 20 horas a este festival donde se encontraron con "tipos raros como nosotros". En el camino tomaron esta imagen de extraterrestres pintados por indígenas que tiene de 2000 a 8000 años de antigüedad en la frontera entre Utah y Colorado.

La locación del festival no contó con señal de internet o teléfonos celulares, por lo cual los participantes tuvieron que desconectarse para conectarse entre sí y a la obra de Phillip K. Dick, quien a casi 30 años de su muerte es cada vez más vigenete por su capacidad de imaginar el futuro que ahora vivimos y crear una puerta secreta para escapar de nuestra destrucción inminente.

Vía Io9