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Lamentable tibieza de debate en México sobre legalización de drogas

Política

Por: Jimena O. - 08/04/2010

Al parecer las 28 mil muertes registradas por crimen organizado en los últimos 4 años no son suficientes para considerar seriamente la legalización de la drogas en este país

Dentro del marco de foro de discusión llamado Diálogos por la Seguridad, en el cual participan tanto autoridades federales, encabezadas por el Presidente mexicano Felipe Calderón, como académicos, intelectuales, y otros personajes, se colocó sobre la mesa el tema de la posible legalización de las drogas como parte de la estrategia para combatir el narcotráfico. Esta línea de discusión, encabezada por el escritor Héctor Aguilar Camín, quien citó al difunto economista y Premio Nobel sobre la necesidad de legalizar y regularizar el consumo de las drogas, incluyó no sólo a la marihuana sino también a otras drogas, como parte de una serie de medidas fundamentales en el combate al narcotráfico.

Pero al parecer las 28,000 muertes registradas en lo que va de su sexenio no son suficientes para que el presidente Calderón considere realmente la posibilidad de asestar un golpe significativo a la estructura financiera de los cárteles de la droga. Mediante una predecible y opaca retórica, calderón afirmó que este tema debería de ser considerado como muestra de la pluralidad y la democracia en el país, y que estaría dispuesto a analizar las consecuencias benéficas y negativas que una decisión de esta índole implicaría. Ante ello resulta inevitable preguntarse si a pesar de que a más de cuatro años de haberse lanzado su pseudo épica “guerra contra el narcotráfico”, durante el 2010 promediamos alrededor de 31 muertes diarias relacionadas a este fenómeno, la posible legalización de las drogas no es algo que ya tendría que haberse estudiado a profundidad, ameritando que a estas alturas se estuviera debatiendo de forma mucho más coherente esta alternativa.

Por cierto, en noviembre se votará en California la Propuesta 19, momento en que los habitantes de esta entidad tendrán el poder de decidir si aprueban o no la despenalización de la marihuana. Esperemos que esta iniciativa sea aprobada y que se traduzca en un aliciente para que la apatía del gobierno mexicano frente a la posible legalización de estupefacientes se disipe y, sumado a las decenas de miles de muertos, termine por considerar seriamente esta alternativa. A fin de cuentas México no puede seguir siendo el “Bagdad de Latinoamérica” y seguramente esta representaría quizá la única oportunidad para que Felipe Calderón figure en la historia después de un pálido e inoperante mandato.