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Artista crea pene cibernético para mujeres y máquina menstruante para hombres

Arte

Por: Luis Alberto Hara - 08/24/2010

El deseo de sentir lo que siente el otro ha llevado a una joven japonesa a crear dos obras de tecnoarte que permiten experimentar los procesos corporales que definen a un género, la erección (en este caso con un pene cibernético fantasma) y la menstruación con una máquina de dolor, gore y ciberpunk.

El Pene Cybernétique, el más geométrico de los falos, es un miembro fantasma que las mujeres pueden usar para sentir lo que es llevar la genitalia colgando por fuera y saciar esta freudiana inquietud. Obra de la estudiante de arte Hiromi Ozaki, en colaboración con científicos del Imperial College y la Universidad de Reading, este pene prostético se mueve hacia arriba y hacia abajo según se incremente el ritmo cardiaco de su usuari@, que de esta forma seudoexperimenta lo que es tener erecciones peniles.

Hiomi dice que diseñó el pene para satisfacer su curiosidad y ver lo que se siente tener una parte corporal extra que reacciona a sus emociones. En este caso un pene robótico fantasma.

"¿Hará mi nueva parte del cuerpo que actúe diferente? ¿Tendré una extremidad fantasma después? ¿Otras personas usarán mis diseños?" (un pene Atari para las mujeres en masas) "¿Qué significa para un amateur poner su cuerpo a código abierto?".

La Máquina de Menstruación está equipada con un mecanismo que dispensa sangre y unos electrodos que estimulan el bajo vientre, lo que simula el dolor y el sangrado de un proceso de cinco días de menstruación. Hiomi creó esta obra para ofrecer la posibilidad a los hombres de ponerse en el lugar de las mujeres y crear una especie de empatía tecno-alimentada, donde, aunque bizarramente, es posible familiarizarnos con los procesos corporales que distinguen a los sexos.¿In-Lakech fetiche?

Así que como Tiresias, el vidente que probó los dos sexos por dádiva divina, refocilémonos en los tornasoles transexuales (Hiromi puede ser tú, tú puedes ser Hiromi) de nuestra bizarra existencia poligenérica: un paso también hacia el panteísmo del futuro: en el que seremos todos.