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Megan Fox y su maniquí: ¿son las estrellas títeres de neuroprogramación masiva?

Por: Jimena O. - 07/12/2010

Megan Fox y su simulacro teniendo una relación romántica, robótica; una simbología oculta en la estética del mass media: programación en el deseo.

El blog Pseudo Occult Media dedicado a la hermenéutica visual de la cultura pop, rescata esta sesión de fotos y video en la que la actriz que simboliza actualmente el deseo planetario en el libido masculino, Megan Fox, aparece en una casa fantasmal, absolutamente pálida, en una serie de posiciones-relaciones con su doble maniquí.

El maniquí de la sesión, tomada por el fotógrafo de la industria Craig Mcdean, fue hecho expresamente para mimetizar a Megan Fox; su parecido es notable. En el ámbito más superficial estas imágenes nos muestran el pop grial de la desnudez de Megan Fox, en la hipóstasis del maniquí. Su intimidad, su fuero secreto, en la liberación que supone el otro.

 

Maniquí proviene de una palabra holandesa que significa "pequeño hombre", algo que evidencía una relación con el mítico golem. Maniquí es la palabra usada en Francia para referirse a una modelo. Es decir es tanto un objeto como una persona.

“ El golem está basado en la creencia de que la 'materia muerta' en realidad no está muerta, pero puede ser llevada a la vida. '¿Qué son las computadoras y los robots de nuestro tiempo si no golems'?", Michael Hoffman.

 

El maniquí de Megan Fox, su doble androide, esta representación hiperreal de Megan nos hace ver que la Megan Fox "real" no existe, su apariencia es idéntica, porque ambas son copias o clones de un supermodelo: una especie de Eva digital. Megan es su propio simulacro. Y su simulación engendra el pálido orgasmo simulado del deseo del otro: de tener a Megan, que está hecha más de píxeles que de piel.

Las celebridades “son signos proyectados para que nos identifiquemos con mercancías por medio de una sensación de intimidad”. Y “la pantalla se vuelve un espejo de nuestra fantasía de llegar a ser completos algún día” (Fausto Alzati Fernández). Complitud que está dada en el Tántalo de un cuerpo ajeno, de un cuerpo simulado (supermodelo).

En el photoshoot podemos ver esta casa vacía, donde bien se puede hacer un rito, y a las dos amantes en el narcisismo arquetípico interactuando en distintos espacios con un juego doble de muerte y erotismo. Megan acaba asesinándose a sí misma, en el piso ajedrezado, como los tableros masónicos; matarse es parte del proceso esotérico de renacer, matar al ego, algo que es actuado en varias ceremonias masónicas.

Por otra parte aparece la imaginaria transhumanista, robótica, en el maniquí, cuyos rasgos y confección denotan un interior androide y un exterior andrógino. Esta es la estética predominante en muchos de los videos musicales de artistas como Lady Gaga.

El autor del blog Pseudo Occult Media cree que Megan Fox tal vez sea parte del proyecto de control mental de la CIA, el Proyecto Monarch, el cual supuestamente programa individuos a través de diferentes técnicas como la asociación y el trauma. Algunos de sus individuos programados en la infancia acabarían convirtiéndose en celebridades. Una de los símbolos utilizados en esta programación es la mariposa, que simboliza la transformación ("Trance-Formation"). Megan Fox tiene una mariposa tatuada con la frase de Shakespeare "We will all laugh at gilded butterflies". Su nuevo tatuaje dice: "Those who danced were thought to be insane by those who could not hear the music". Otro de los memes distribuidos por Monarch en el pop es el de ser un esclavo de alguien, ya sea a través del deseo, ya sea a través del dinero (la cultura de las "bitches" y los "pimps"), la letra de la canción en el video de Interview Magazine con Megan Fox hace referencia ineludible a este tema. Megan en su próxima película "The Passion Play" aparece como una niña a la que le crecen alas y más tarde se convierte en una atracción circense. También habría que notar la estética vampiresca, la palidez espectral de Megan y su film "Jennifer's Body": ¿vampirismo libidinal electromagnético?

Algunos teorizan, dentro del sincromisticismo, que Hollywood y el mass media, ya sea de una forma intencional o solamente como representación del drama cósmico, manifiestan los arquetipos del inconsciente humano, donde sus estrellas son la continuidad en la psique de los antiguos dioses y héroes. De esta forma inconscientemente sus vidas se convierten en símbolos y proyectan este trasfondo mítico de la historia humana -o el control mental de la historia- que se repite.