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La primera dama de Francia desespera al neurótico director Woody Allen: sólo tiene que entrar a una tienda y tomar un baguette, pero no logra satisfacer a Woody.

La ex modelo italiana y ahora primera dama de Francia, Carla Bruni, ha regresado a la industria del entretenimiento, además de cantar, esta vez invitada por el director neoyorquino Woody Allen, quien le ha tomado gusto a filmar en Europa. Su nueva proudcción Midnight in Paris cuenta con Bruni en el pequeño papel de una directora de museo; pese a que el papel es bastante simple la obsesión de Bruni por mirarse en la cámara lo ha hecho bastante complejo.

Woody Allen se caracteriza por ser arisco y perfeccionista, y tal vez se esté arrepintiendo de querer congraciarse con los patrones de la ciudad donde filma, seducido por la constante coquetería de Bruni con la prensa mundial. En la escena iterada hasta el cansancio Bruni, acompañada de Owen Wilson, entra a una tienda, toma un baguette y sale. No hay diálogos. Sin embargo, esto tardó 35 tomas en complacer a Allen y propició varias discusiones.

El presidente de Francia Nicolas Sarkozy estuvo visitando el set, descansando de los problemas del país para contemplar la comedia en la que aparece sus esposa. En una foto se le puede ver  semi-forcejeando con su esposa. Tal vez a Sarkozy no le gustó cómo dirigía Woody la película. ¿Tal vez Woody tenga una opinión de la dirección de Sarkozy?