*

Fiestas de graduación rusas: la radiante y decadente orgía adolescente de un día especial (FOTOS)

Buena Vida

Por: Pedro Luizao - 05/28/2010

Minifaldas de sexy mucama, bebidas energéticas y vodka, chapoteo y baile en las fuentes con el ardor inconsciente que prefigura la iniciación sexual... Cada primavera hordas de jóvenes rusos se precipitan a festejar su graduación.

 

Las películas nos han robado nuestros sueños. De todos los engaños este es el peor.

F. Scott Fitzgerald

A finales de la primavera se celebra, a lo largo y ancho de la inmensa Federación Rusa, la fiesta de graduación de miles de escuelas. Al sonar la última campana se destapa la euforia adolescente en raudales de vodka y champagne. Aunque el gobierno prohibe la venta de alcohol ese día, los jóvenes logran agenciarse cualquier tipo de bebida, particularmente las metálicas y brillantes bebidas energéticas mezcladas con alcohol que tanto apelan a la salvaje oralidad, siendo la favorita una llamada "jaguar", según el sitio English Russia.

Esta compilación de fiestas de graduación rusas busca grabar este instante eterno y a la vez fugaz como una flor que se deshoja en el viento, como la alegría de un chorro de agua en el cielo –y no sin la poesía perversa de contemplar la inocencia en lo que parece ser su inevitable marcha decadente –en una época irredimiblemente nihilista–: entre rostros y cuerpos jóvenes que no saben lo que suscitan o que, sabiéndolo, se pierden con mayor fervor en la oscuridad de la noche.

 

 

Esta tradición. desde épocas soviéticas, consta de globos, un extraño furor por batirse en fuentes urbanas y con la caída de la cortina de hierro y la llegada de los dioses pop electromagnéticos de Occidente, de explotar en éxtasis en el agua (entre splashes de vodka y arcoíris) con la fácil felicidad fugaz del alcohol y bailar como si todo el mundo te estuviera viendo (o los scouts de las agencias de moda parisinas, o los potentados de la oligarquía rusa). La música también se ha convertido en hip-hop, teen pop y techno siempre al borde de los momentos entarimados de bamboleo y simulación sexual precoz en el días más especial de tu vida. La versión rusa de Brandon y Brenda en sus "proms", cargada de colores pasteles y excursiones sexuales de vodka y brillantina. 

El día o la noche de graduación es también el momento en el que, como enseñan las películas norteamericanas, se vale todo y es posible "liberarse sexualmente", experimentando con nuevos modelos de sexualidad y divertimento. Algo que es especialmente repulsivo para ciertas visiones tradicionalistas o conservadoras. Lo cierto es que no hay duda, contemplando estas imágenes, por más divertidas, encantadoras y poéticamente decadentes que sean, que el nihilismo se ha asentando en la Madre Rusia. 

 

 

Se dice que durante la era soviética las chicas se vestían en su graduación con faldas (más largas) de amas de casa como representación de una tradición de servicio (dentro de la civilidad laica del Estado) y una prefiguración de su próximo casamiento. En la actualidad se transgrede esa costumbre con la liberación sexual en su "instant d´or" explotando la fantasía con algo más cercano al "french maid". Francia por mucho tiempo ha sido la cultura más admirada por los rusos, aunque en las últimas décadas la cultura pop estadounidense ha llegado para quedarse. Y aquí también se inmiscuye la imaginaria de las series de televisión occidentales, de sus disfraces sexys, y de sus concursos de beber y desnudarse, al estilo Spring Break. 

Se conservaba -hasta hace poco al manos- la práctica entre las mujeres de casarse muy jóvenes. La noche de su graduación por ello podía ser la culminación fulminante de su inocencia entre amigas para despotricar y divertirse inconsecuentemente. Desanudar el listón y arrojar el moño.

 

Podría parecer que es una perversa compilación de imágenes de colegialas rusas, pero más allá de eso, lo interesante es que estas imágenes son enviadas por las mismas chicas a racimos a sitios de internet de su país. Además de la indudable seducción sexual de la primavera rusa, queda el folklore de los colores pasteles, las singulares actividades, la cultura, personificada por las débutantes, entre decadente y angelical, trashy y cute, única de esos parajes y esas edades.

 

 

 

 

La imaginaria occidental adolescente está invadida de estrellas pop cuyo momento apoteósico es su noche de graduación (el prom night): la noche de las princesas desfloradas, de las ánforas clandestinas de whiskey, de pastillas de éxtasis y metanfetaminas para los más rebeldes. En estas fotos podemos ver la versión rusa del enajenante american dream con su propia particularidad, más feral; tradición alterada, en su kermés celestial/infernal, abrazadas de los sueños vistos en televisión y cruzados con una epigenética atravesada por grandes extensiones de tierra y temperamentos incandescentes, un destino trágico en la sangre... Esta es la versión rusa,, bizarra, preciosa, decadente, llena excesos y ojos de zafiro cruzando influencias y programación memética con el imperio del Atlántico. Inocencia y desolación y alegría en una limusina... nunca podrás sentir tanto como en este instante irrecuperable... al filo de los tanques y de las hermosas niñas de tu escuela, pureza, magia y destrucción.

 

 

 

 

 

Vía English Russia