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Una serie de alternativas para quienes se quieren drogar, pero quieren hacerlo sin perder la conciencia (ecológica, al menos).

Para algunos drogarse es la forma más fácil de perder la conciencia y destruir el cuerpo, pero para otros este proceso es justamente lo opuesto y además de su propia conciencia se busca preservar el planeta (o, acaso, no "malviajarse" por el mal karma imbuído en la sustancia que se consume). La revista Slate ha publicado un artículo donde analiza las mejores y las peores drogas para el medio ambiente.

En general los narcóticos y las sustancias químicas por su proceso de elaboración y transportación hace que drogarse y ser "verde" no sean compatibles, sin embargo hay algunas diferencias dependiendo la droga que se use. Al parecer el crystal meth y el éxtasis, ambas fenetilaminas, son las peores drogas para el planeta.

Buena parte del crystal meth (también conocido como "foco" en México) se produce con pseudoefedrina o efedrina, las cuales se obtienen de pasto asiático o son cocinadas en un caldo de melaza bastante tóxico. China e India son los más grandes productores de efedrina y Estados Unidos el máximo consumidor de crystal meth, lo cual significa que se emplean enormes cantidades de combustible para transportar estas sustancias. Los laboratorios que cocinan el cristal no son muy conscientes del ambiente que digamos: entre 4 milliones y 7 million de libras de desperdicio fueron vaciadas a canales en California, según cálculos de la policía.

La sustancia preferida para sintetizar el extásis (MDA o MDMA) es el aceite de sassafras, dervidado en su mayoría de árboles en peligro de extinción en Brasil o el Sur de Asia. En el 2008 se confiscaron 33 toneladas de este aceite destilado por bandas criminales de más de 8 mil árboles talados con lo que se fabricarían 245 millones de pastillas de éxtasis.

La cocaína tampoco es mucho mejor para la Tierra. La Agencia Anti Narcótico de EUA estima que 2.4 millones de hectáreas de bosque tropical han sido arrasadas en los Andes debido al cultivo de la cocaína en los últimos 20 años, lo cual sería casi un cuarto de la desforestación total de la región. Según el gobierno peruano 15 millones de litros de químicos tóxicos son derramados al Amazonas cada año por la producción de esta sustancia. Las huellas de carbono de la coca no son tampoco muy buenas, al considerar que viaja a todo el mundo, particularmente a Europa por barco.

Si te gustan las drogas fuertes, tal vez una mejor eco-opción es la heroína. Aunque las regiones de amampola que avastecen el consumo de esta sustancia vienen en su mayoría de Afganistán, existen argumentos a favor del opio como un cultivo más amigable al medio ambiente. Cambiar para los campesinos de opio arroz o caucho requeriría que se cultivaran bastante más tierra para obtener el mismo ingreso. Aunque esto puede decirse también de la cocaína, cultivar amapola genera 23 dosis de heroína por metro cuadrado y coca sólo 6 líneas en el mismo espacio.

Evidentemente la más verde de las drogas utilizadas masivamente en el mundo es el cannabis. Un sólo metro cuadrado produce 250 dosis de ganja. Mientras existe una cantidad similar de tierra cultivada de heroína y cocaína en el mundo -200,000-hectáreas aprox.- la marihuana está colocando a muchas más personas. Además la marihuana tiene un mayor índice de producción doméstica en los países que se consume y hasta casera, lo que reduce la quema de combustible necesaria para fabricarse. Existen varias técnicas de cultivo que son totalmente ecológicas, así que fumar marihuan crecida en casa puede ser un acto casi totalmente "verde" (sin contar las bondades del hemp o cañamo). En general crecer la tuya, de cualquier sustancia, no sólo reduce la huella de carbono, también evita la contaminación psíquica o violencia que acompaña generalmente al narcotráfico.

Por supuesto el consumo de hongos alucinógenos también es una alternativa psicodélica ecológica, especialmente si estos se cortan o cultivan personalmente.

El consumo de peyote en México, particularmente en la zona de San Luis Potosí, para la fabricación de mescalina, ha generado que esta cactácea sagrada para varios pueblos índigenas se encuentre, si bien no en peligro de extinción, sí en escasez en algunas zonas del desierto donde se reprsentan los mitos de la creación de culturas como la huichola.

Otra práctica que podría ser considerada anti-ecológica es la compra de sapos Bufo Alvarius por Internet dentro de Estados Unidos. Estos sapos contienen dos potentes psicodélicos, la bufotenina, y el 5MeO-DMT (posiblemnte el psicodélico más potente del planeta). Sitios como Bouncing Bear Botanicals venden estos sapos y los envían hasta en parejas para asegurar una cuasi infinita dotación futura, y aunque dicen garantizar que no serán maltratados, es fácil que esto ocurra en algunas ocasiones. Además de que la práctica de extraer el 5 MeO-DMT si se hace con descuido puede lastimar a estos animales holotrópicos.

Vía Ecoosfera