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El hombre que consumió 40 mil pastillas de éxtasis

Por: Jimena O. - 12/03/2009

El hombre que más MDMA ha consumido en la historia, Mr. A llegaba a tomar 25 pastillas al día, ahora sufre las consecuencias de su "juventud en éxtasis"

ectasy-pills Doctores de la Universidad de Londres han dado a conocer detalles de lo que creen es la más grande cantidad de éxtasis consumida por un hombre. El reporte médico revela que esta persona consumió cerca de 40 mil pastillas de MDMA (como si la luna se cayera en pedazos) en un periodo de 9 años, o sea cerca de 10 al día, algo impresionante. Para este hombre la vida seguramente fue una montaña rusa de emociones, entre espectros e ilusiones de profunda felicidad y tristeza mutantes. Parafraseando la novela de superación personal de bolsillo, este hombre de los 21 a los 30 años tuvo una "juventud en éxtasis", que ciertamente no fue inocua.

Aunque esta persona dejo de consumir drogas hace 7 años, ahora tiene 37 y aún sufre diversos efectos secundarios, incluyendo extremas lagunas de memoria, paranoia, alucinaciones y depresión. También padece una dolorosa rigidez muscular en el cuello y en la mandíbula que a veces le impide abrir la boca. El hombre conocido como Mr. A (mejor hubiera sido Mr. E o Mr. M) en la publicación Pyschosomatics al principio sólo tomaba 5 pastillas a la semana, pero gradualmente escaló de 3 a 5 al día. En su pico llegó a consumir 25 pastillas al día, no se dice cómo lograba pagar su hábito (tomando en cuenta que difícilmente podría haber ido a trabajar y, si sí, nos gustaría conocer esa oficina). Después de colapsarse en un par de fiestas, Mr. A dejó de consumir dicha sustancia, pero durante los meses subsiguientes todavía se sentía bajo los efectos del éxtasis. Hay que considerar la posibilidad de que este caso haya sido exagerado por parte de la comunidad médica para sentar un ejemplo que aleje a la gente de las drogas, posiblemente "inflando" los efectos secundarios de esta sustancia.

En un principio, el MDMA iba a ser llamado "empatía", por su capacidad de formar rapport entre las personas que lo consumen, sensibilizarlos a las señales del cuerpo y con una tendencia casi telepática a conectarse. Pero, debido a que este nombre no era tan atractivo para la calle, se le llamó éxtasis. Tal vez desde ese momento esta sustancia selló su destino de incomprensión y abuso. El MDMA tiene un gran potencial terapéutico, capaz de salvar relaciones o de llevarlas a una profundidad insospechada, pero visto como un mero recurso para obtener éxtasis fácilmente sin una base mental sólida, llega a ser justamente su contrario: altera la producción natural de serotonina yse convierte en una puerta al mundo sublunar de la depresión. Si acaso, Mr. A nos deja la lección de que no debemos despilfarrar nuestro éxtasis, aunque, como diría Robert Anton Wilson, cada hombre tira la sustancia que ama.

Vía Dose Nation

Tomando pastillas en Londres (psicopoema)