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Los habitantes de Shangai, demostrando su fina conexión onírica, suelen llevar la pijama a la calle; pero el gobierno, ante la proximidad de la Expo Mundial 2010, teme que sea una mala imagen para proyectar al mundo.

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Tal vez los habitantes de Shangai son más sofisticados de lo que pensamos, pero, como siempre, la policía (y no la fashion police) no entiende su onírica urbana y busca prohibir la tradición de andar en pijama por la ciudad. Un poco del viejo jarabe de la represión: Shangai será sede de la Expo Mundial 2010, y según las autoridades la pijama pedestre proyecta una mala imagen de China hacia el mundo. Como si fueran holgazanes desuniformados, que tal vez sólo estén conscientes de la suavidad y busquen extender la comodidad hacia todos los ámbitos. O quizás estén marcando una tendencia futurista, donde todos usaremos nuestra pijama como traje de realidad virtual.

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Nos unimos a los pijamanautas de Shangai en favor del libre derecho de transitar por la ciudad en pijama (puesto que si el mundo en realidad es un sueño, como sinceramente creemos, la pijama es el traje de gala).

Vía What the fuck have you done?