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La buena ciencia ficción es también vértigo filosófico, metafísica especulativa, una especie de nave conceptual de información que programa el futuro; la cinta District 9 es una intrigante reflexión sobre nuestra relación con el otro que podría ser también un tratado de o-cultismo extraterrestre
alg_district_9 ¿Nos estará preparando Hollywood para hacer contacto con los aliens? O quizá sólo quiere aprovecharse de la fijación cultural por los extraterrestres y capitalizar la fascinación y el terror in crescendo: este año al menos 5 megaproducciones giran alrededor del tema de los extraterrestres. District 9 y Avatar siendo las más notables. Lo más interesante de District 9, además de sus discretos pero muy bien realizados efectos especiales (una espectacular nave nodriza hiperespacial con controles holográficos y unos tecno-flexibles y simpáticos camarones mantis), es el ángulo con el que aborda el tema de los aliens. Sutilmente nos pone en sus zápatos tecno-orgánicos. Como en una especie de tratado de ética sobre la otredad, valiéndose de un satírico arco dramático acabamos empatizando con los misteriosos visitantes y humanizando al "monstruo"; lo extraño es lo que nos seduce. zz11a34bd62 Una gigante nave nodriza de una hermética civilización extraterrestre ha llegado a la Tierra, pero a diferencia de lo que el estereotipo hollywoodesco indicaría, no ha llegado a Nueva York o a la Casa Blanca, se ha postrado sobre el cielo de Johannesburgo, en Sudáfrica. Después de una absurda espera por Godot, se decide ver de qué van los intrusos espaciales. "Esperaban música del cielo y luces brillantes", dice una entrevistada en el documental falso con el que la película está narrada, pero nada de eso sucedió, fue anticlimático: dentro de la nave sólo habían cientos de miles de aliens hacinados, prawns (especie de camarones insectívoros). A falta de saber qué hacer con ellos son recluidos en el Distrito 9, una zona marginal de la ciudad, especie de corral-arrabal donde también viven los barbáricos nigerianos. Se podría decir que el verdadero tema de District 9 son los aliens del espacio como metáfora de nuestros propios aliens, los migrantes. Una distopia del apartheid en Sudáfrica, el ghetto de los aliens, es también el de los nigerianos, de los negros. La lengua ininteligible de los extraterrestres también es la lengua inininteligible de los nigerianos; los aliens son un misterio y son descritos en la película como "sin próposito" y al parecer, en un primer momento son estúpidos, "como animales": de la misma forma buena parte de la sociedad occidental percibe a los africanos de raza negra, sin esforzarse por entenderlos en su propio contexto, sólo se les escucha si hablan inglés y se occidentalizan, son, por incomprensibles, brutos; a los aliens sólo se les quiere por sus armas, por su tecnología, se les quiere explotar; a los nativos africanos sólo se les queire por sus recursos naturales, se les quiere explotar. district-9-marketing-posterY sin embargo la película también admite otra lectura, una interpretación esotérica que sale del corazón de la cultura UFO. Según va una de las más recurrentes teorías de la conspiración, el gobierno de Estados Unidos hizo un pacto con una raza de extraterrestres tecnológicamente superiores después de la Segunda Guerra Mundial, en el cual exigieron avances tecnológicos a cambio de dejarles experimentar genéticamente con humanos y animales de ganado. Está sería la razón detrás de las supuestas abducciones. Esta raza o razas (los grises, los reptilianos, los nórdicos) de alienígenas aliadas al gobierno de Estados Unidos, o a un gobierno mundial secreto, estaría praparándose para revelar su existencia al grueso del planeta, mitigando el shock cultural y buscando nuestra aceptación para de alguna manera convertirnos a un nuevo paradigma. Parte de esta estrategia estaría usando a Hollywood y a los medios masivos de comunicación para lentamente adoctrinarnos y limar el terreno. La otra versión de esta conspiración dice que es el mismo gobierno planetario el que ha implantado en la cultura el meme de los aliens, programándonos para rendirles adoración y escenificar una falsa llegada que sería usada como la epifanía de una nueva religión para controlarnos y cumplir su plan de un nuevo orden mundial. Por el solo placer de la exploración hermenéutica, si aplicamos está versión descabellada e improbable (pero fascinante) de la realidad secreta a la cinta District 9 tenemos una agenda oculta detrás del trasfondo del apartheid y de la sátira autorreferencial a las otras películas de aliens. Puesto que la mayoría de la gente que vea District 9 emocionalmente terminará identificándose con los aliens más que con los humanos, y especialmente, con el humano que se ha hecho alien, el heroe. Los avezados en ufología podrán encontrar una buena cantidad de paralelos con la historia de la raza conocida como los grises (de Zeta Reticulis). Aunque muy distintos en su anatomía (los Prawns de la película recuerdan a las supuesta raza alien de los Mantis), los extraterrestres de District 9 también poseen una tecnología avanzada que es el único interés del gobierno, al igual que los grises. Los extraterrestres de District 9 también realizan una serie de experimentos tecnológicos para poder regresar a su planeta (se dice que los grises no pueden vivir en su planeta por eso realizan experimentos genéticos con los humanos, buscando una reingeniería para poder respirar en la atmósfera). Se dice que los grises utilizan una especie de tecnotraje incorporado a su cuerpo, similarmente los pawns de District 9 son una especie de robots orgánicos. Curiosamente los nigerianos buscan fusionarse con los alienígenas y poder operar su armas, las cuales son una especie de protesis biológica. En District 9 es un humano, que accidentalmente se contaminó de genética alien, el que que permite a los aliens activar su nave y conseguir una extraña alquimia tecnológica. Sin embargo, sólo dos logran fundirse con la nave nodriza y salir del planeta, posiblemente con la promesa de regresar por los suyos, habiendo dejado ya la semilla del heroe híbrido. Los aliens no buscan hacernos daño, sólo su propia sobrevivencia, es decir son como nostros. Y demuestran solaridad por el humano que los ayuda, defendiéndolo de los otros humanos, quienes son representados como incompetentes y corruptos. El que se da cuenta de la verdadera naturaleza de los aliens, es el heroe (en este caso Vikas); está solo, pero, como Zaratustra,se ha vuelto una especie de tecnosuperhombre. Esto sería lo que los aliens nos ofrecerían para convencernos: supertecnología para dominar la naturaleza, un upgrade para nuestras biocomputadoras humanas. Su propia genética. El transhumanismo. Y los aliens dejarían de ser aliens, o seríamos nosotros. Y la pregunta, parafraseando a David Bowie, es: Will you love the alien? Recomendamos ver District 9 en el cine pero si quieren verla en línea aquí lo puden hacer gratuitamente. Put Yourself in their Shoes