Toyota y Honda, además de ser dos de las más sólidas compañías automotrices en el mundo, también son líderes en neurotecnología y robótica. El tecnogrial por el que luchan estas compañías japonesas es desarrollar el primer automóvil controlado por la mente y/o conducido por un robot.
Mientras tanto Toyota ha dado un paso importante al crear una silla de ruedas que 
puede moverse y cambiar de dirección sin tener que mover los músculos. Un lector de ondas cerebrales transmite señales del "conductor" a un aparato electroencefalográfico localizado en la silla. Un programa computacional analiza esas señales y las transmite como comandos correspondientes a la silla de ruedas, moviendo la silla a la derecha, izquierda o hacia adelante casi al instante. La tecnología anterior podía leer los comandos, pero con un retraso de varios segundos, según Toyota, su tecnología descifra las señales del cerebero en milisegundos.
En una muy buena entrevista, el físico japonés Michio Kaku, autor de "La Física de lo Imposible", explicó que el cerebro siempre emite ondas de radio y que con computadoras avanzadas , estas ondas pueden ser analizdas para saber lo que se está pensando y energizar máquinas como sillas de ruedas. "Esto es sólo el principio", dijo Kaku (Ver video de entrevisa ).
Sin duda una de las regiones más interesantes de la ciencia moderna es la neurología y sus derivados y particularmente la que se ocupa de mapear el cerebro humano. La capacidad de leer el pensamiento e incluso hasta grabar los sueños son dos de las investigaciones más interesantes en la actualidad que podrían no estar tan lejos de realizarse. Por otra parte, al mapear el cerebero (prodcuir una especie de genoma del cerebro) podríamos llegar a entender con gran exactitud la conformación, localización y el cómo se producen emociones tan elusivas como el amor, la alegría, el pánico, la religiosidad, la apatía, etc, y a poder provocarlas por medios eléctricos o químicos. Tal vez no estemos tan lejos de una pastilla que nos haga enamorarnos u otra que nos convierta en asesinos.
Michio Kaku sobre las posibilidades de las máquinas controladas por el cerebro
Honda conecta cerebro a un robot
El amor es una cuestión de oxcitocina: el cerebro y no el corazón