Sin guerra y opio es difícil pensar en el Afganistán de las últimas décadas. Hoy, 55 mil soldados de una coalición liderada por los Estados Unidos patrullan su territorio y sin embargo en sus tierras se cultiva el 90% de la producción mundial de opio.
El opio, podemos decir, es uno de los narcóticos conocidos más viejos en el mundo. Su cultivo ha financiado imperios y guerras por cientos de años. El poder del opio no se deriva de la belleza de la amapola, sino del poder narcotizante de su goma, base de la producción de heroína y morfina.
Por décadas, China fue el principal productor del mundo, sin embargo con la llegada de Mao Zedong al poder y la constitución de una república comunista en 1949, el gobierno chino logró controlar su consumo y producción interna. La prohibición de la producción de opio en China desplazó su cultivo hacia el sudoeste de Asia, en particular a Laos, Burma y Tailandia para crear un "triangulo de oro" para luego continuar hacia el corazón de Asia: Afganistán, Irán, Pakistán y Turquía. Por décadas, pero en particular en los años más álgidos de la guerra fría, la producción de opio fue el mecanismo para financiar gobiernos títere, ejércitos y guerrillas en la región.
Con la prohibición de la producción de opio en Irán en 1955 y luego en Turquía en 1972, se estimuló la producción en Afganistan, Pakistan, Tailandia, Burma y Laos. Más tarde, la estabilidad política en Tailandia y Pakistan y un largo proceso de control de sustancias ilícitas, limitaron su capacidad de cultivo. En el caso de Afganistán la situación fue muy distinta, la continua inestabilidad política en el país desde los años ochenta, lo ha llegado a convertir en el principal productor de opio en el mundo desde 1991, seguido por Burma (Myanmar) y Laos.
Hoy, se calcula que la producción total de opio en 2008 fue de 7,700 toneladas, sólo un poco menos que lo producido en 2007, 8200 toneladas. De 34 provincias en las que esta dividido el país, 16 producen goma de opio. Estudios recientes de la oficina de combate contra el crimen y las drogas de Naciones Unidas calculan que 2.38 millones de familias se dedican a esta actividad, es decir 10% de la población.
El cultivo estimado de opio en 2008 fue de 157 mil hectáreas, 19% menos que en 2007. 98% del cultivo se encuentra concentrado en siete de las provincias con mayores problemas de seguridad y en dónde se ha confinado el Taliban , cinco en el sur y dos en el oeste: Hilmand, Kandahar, Uruzgan, Daykundi, Zabul, Farah y Nimroz.
Ni el Taliban, cuando era gobierno, ni ahora Hamid Karzai, con el apoyo militar de los Estados Unidos, han sido capaces de limitar la producción de opio en el país, estimulada por la inestabilidad política y la miseria.
Afghanistan UN Opium Survey pdf
Análisis de las Naciones Unidas sobre la producción de opio
Historia de la producción de opio
Confesiones de un inglés comedor de opio Thomas de Quincey (texto completo)